Formación: Se trazan 2 líneas paralelas a una distancia de 10 a 20 metros una de la otra, que son las metas. En el centro está el perseguidor. Los jugadores están todos detrás de una de las líneas.
Desarrollo: El perseguidor grita: “¡Que venga el valiente!”. Oyendo el llamado, todos los participantes salen de la línea donde están intentando alcanzar la línea opuesta. El perseguidor procura apresar el mayor número posible de jugadores. Al repetirse el llamado, los prisioneros ayudarán al perseguidor a capturar más jugadores. Vencerá el último que sea apresado.
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